Nada más difícil que convertirse en el amante perfecto, pero aun así seguimos pensando que es posible. Conscientes de que nadie mejor que una mujer para orientarnos, le pedimos a Margarita Posada, la autora de la novela De esta agua no beberé, unos cuantos consejos para, al menos, hacer el intento.
2. Toquen por todas partes. Las películas eróticas muestran siempre manos sutiles y cadenciosas. El sexo de verdad es de manos torpes y animales. Un buen amante toca en lugares tan inhóspitos como el rodadero en el que la cola deja de ser cola para convertirse en culo.
3. Besen mucho, pero besen bien. Los mejores polvos de la historia se han echado a perder por un beso baboso, brusco o pusilánime. Encuentren una dosis justa de labios y lengua, y besen como si fuera esa noche la última vez.
4. Pregunten cómo le gusta a la mujer que la toquen. Incluso pídanle que les muestre cómo se masturba. Ojo: esos secretos solo se muestran cuando la cachondez no nos deja reparar en el pudor. Nadie sabe más sobre su propio placer que una mujer.
5. No esperen que las mujeres hagan blow jobs perfectos. Sean su guía en el camino, y sepan premiarlas cuando lo están haciendo bien. Nada más decepcionante que un hombre que no muestra ni una pizca de placer.
6. Olvídense del asco. El que siente asco, debería desistir de ser un buen amante.
7. No busquen siempre la cama para hacer el amor. Una mujer nunca puede olvidar un polvo rápido en el baño de una fiesta, o en un ascensor.
8. Eviten creerse sementales. Si no pueden seguir con el siguiente polvo, déjenlo de ese tamaño. A las mujeres no nos gustan las cosas a media asta.
9. No pregunten siempre si nos vinimos. La preocupación por nuestro placer debe ser mucho más constante y tácita que esa pregunta detestable. Entiendan de una vez por todas que a nosotras nos importa más “ir” que “llegar”.
10. No sean agalludos. Diez polvos con una sola mujer les darán mucho más conocimiento que cien one night stands§. Ser un buen amante se parece más a domar a una potra briosa, que a vanagloriarse de haber montado mil yeguas mansitas.
11. No vuelvan el acto una lista de cosas por chulear. Nada más desapacible que un hombre metódico tratando de hacerlo todo en un solo polvo, como si no existieran más oportunidades para explorar.
12. Olvídense de que hay que mantener un récord exacto en la eyaculación. Hay polvos largos y polvos cortos. Aunque las mujeres disfrutamos más los largos, también nos genera un placer infinito que no se aguanten.
13. Aprovechen los celos como afrodisíaco. Sepan recrear e invitar a otras personas a su cama de manera imaginaria cuando la cosa está como pasmada. Dense licencia para recordar las tetas de otra y dennos licencia para fantasear con las manos de otro. Ojo: no lo pongan de manifiesto.
14. No hablen (especialmente de sus ex novias). Olviden esa premisa ridícula de que a las mujeres nos gusta hablar después de tirar. Si quedamos bien comidas, también queremos dormir plácidamente.
15. Hablen. Aprendan a decir porquerías, y a decirlas cuando toca. Busquen un léxico común que no raye ni en lo guarro, ni en lo cursi, ni en lo técnico. Ej: chocho (muy guarra), o senos (demasiado cursi), o vagina (en exceso técnica).
16. Manden. Todas tenemos una pequeña debilidad por el machismo.
17. No manden. Todas tenemos una pequeña vena feminista.
18. Dejen el miedo de enamorarse. Es el único riesgo que deberían permitirse sin angustia a la hora de tirar.
19. Usen condón de los que no solo protegen sino que además sirven de juguete (los Duo o Sens), como los que tienen anillo vibrador .
20. No sigan nunca los consejos sexuales de ninguna revista. Sean espontáneos.
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